sábado, 27 de junio de 2009

Shinny happy people!


Yo antes creía que la vida se movía en dos polos. Me equivoqué. Y estoy felíz de haberme equivocado. Pero no del todo. En algunas cosas son tres polos. Como por ejemplo, el ser humano común. Está condicionado por tres cosas: Instinto, mente (todos sus procesos, se entiende) e imágen. Imágen en todo sentido. Y para mal, ojo, no para bien. El ego frente a todo. La imágen potenciandose, importa la nota, el qué dirán, el cómo me veo, el qué me pongo. Quien no vive así, está fuera de todo mal. Debo considerar, sin embargo, que vivir así, sin saber que hay más allá. Maldita sea la conciencia, que nos lleva a tener tantos encuentros con una sociedad que no quiere que los tengamos. Ir con la corriente, aceptando lo que viene, todo, como sea. Adaptándose rápidamente, sin preocupaciones, sin ese peso en el corazón que guía tu tercer ojo, sin esa iluminación que tu mismo debes alcanzar por tu propia cuenta, porque nadie te enseñó a usarlo. Pero es mejor vivir sin todo ese nudo de falsedades. Sabiendo que lo bueno está dentro tuyo, a un nivel en donde nadie más puede entrar.
Quizá este es el orígen de las tendencias. De las estupideces de "tribus urbanas" y toda esa porquería televisiva y sistemática, que no hace nada más que ser publicidad de marcas. Juegan con los valores, es por eso que yo al sistema ya no le tengo piedad. Es triste que a veces las personas cercanas a tí caigan en el juego de la supervivencia. Porque a la larga es eso, supervivencia. Solo que errónea, apuntada a otro lado, que no corresponde, perdida y vagando en las profundidades de la frustración. Eso logra, una pérdida del sentido, tambien ilusoria, una pérdida a gran escala, se va todo, la felicidad es incompleta. Triste. Pero pasa. Se dejan llevar por la masa. Porque claro, son demasiados los que la siguen, y muy pocos los que no, y los que no, son malditos, malnacidos, drogadictos, artistas, idiotas vagos, y más y más etiquetas que pone el sistema. Vidas vacías en personas lideradas por máscaras. Gente felíz y brillante, con dinero y tiene lo que quiere. Qué mentira más grande...
¿Qué hacer? Nada. Procurar no herir a la gente que usa máscara. Y vivir tu vida felíz de que no la tienes. Y pasarán mil y un cosas. Pero no importa mucho, ¿o sí?

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