jueves, 25 de junio de 2009

En Venta (parte I)


¿Por qué lo "natural" tiene que estar tras las rejas? Es un claro ejemplo el que nos sea casi imposible -por así decirlo- entender en su totalidad el arte que conocemos medio a medio. Nos parece lejano, incomprensible, ajeno. Es un ser extraño, al que algunos y sólo algunos elige para su artístico fin. No existen ni vanguardias, ni expresiones, ni nada, no, no existen, son cosas para europeos, para cuicos, para ricos. Mentira. Déjenme decirles algo sobre el arte.

Ya en la prehistoria existían las manifestaciones artísticas, hace algo como 100 a 500 mil años antes de Cristo. Es un largo diálogo de cómo un mono toma un pedazo de madera o arroja pintura a un muro y comienza a retratar quizá qué cosas en él. Su poderío, su amor a las divinidades, al sexo opuesto, a la vida en general. En las primeras civilizaciones ya existía obviamente el sentimiento oculto dentro del corazón de las personas de manifestar el interior. Lo escribían, lo retrataban, lo esculpían, creaban imponentes edificios y obras maestras en arquitectura, cuánas historias de viajes y héroes tenemos del pasado del hombre, y cuanta filosofía y cosas varias que aún son adelentadas ya 3000 años después. Tras un período de oscuridad -la Edad Media-, todo renace en Italia en el siglo XV en el Renacimiento. Aquí comienza un auge del arte, pero tambien comienza su precio. Obras maestras desde el viejo continente son traídas al nuevo mundo y aquí tambien comienza lo suyo. He visto, escuchado y leído cosas del pasado, y aún me son familiares y conocidas, como si la herencia humana estuviera contenida ahí, como si su creador dijera que el o ella tambien sintió lo mismo que yo. Han descrito la vida y la muerte, el amor y el odio, la soledad plena y la felicidad absoluta, han incitado a renacer, a sobrevivir. Es algo propio del ser humano, eso de bajonearse y tener sus cosas y sus sombras en el interior, pero explicarselas al mundo a la manera de cada uno, con música y letras, con movimiento y colores, es increíble. Y que los demás tambien sientan esa sensación de placer profundo que el arte a veces provoca, es como una "misión cumplida" propia del ser humano, como un objetivo de la vida cumplido y anhelado por tanto tiempo. La realización es evidente, es lo mejor que se puede sentir.

Y ahora que me vengan con esos cuentos de que tengo que pagar por culturizarme, por sentir esa euforia, es inaceptable, inhumanamente inaceptable. No existe macabriedad peor que tener que darle comida a la bestia que es el sistema, para que me devuelva algo que me quitó, tan intrínseco a mi ser, tan propio, tan hermano mío. No es justo. ¿O sea que los pobres no tienen derecho a sentir ni manifestar sus sombras propias de cada cual? No es justo.
Es por eso que estoy de acuerdo, hasta cierto nivel, con eso de obtener inburócratamente ese arte. Claro, escribir un cuento no cuesta tanto como grabar una buena canción, o hacer una película. Es relativamente gratis (sin considerar cuanto cuesta saber escribir o leer, tener una máquina o un computador, y haber obtenido previamente el conocimiento necesario para hacerlo), mientras que la música sale mucho más cara, y el cine, más aún. Además nadie te dice que eres libre de crear un cuento y publicarlo, que puedes aprender a cantar o tocar guitarra. Crees que no, pero en realidad, sí, si puedes.
¿Qué hacer? No te digo que nada, pero no puedes nadar tan radicalmente en contra de la corriente, cuando la bestia es demasiado grande. Pero puedes saltártela, creando tú lo tuyo propio sin lucro. Por eso, nuevo artísta, te digo que el ser humano es propiamente tal un artísta, un pensante, un científico, un filósofo. Tú eres humano y puedes hacer todas estas cosas. Crea, piensa, imagina, planea, redacta, escribe, pinta, filma, compone. Sal de la burbuja en la que estás y muestrales a todos lo que el ser humano puede hacer.
Paz!

No hay comentarios:

Publicar un comentario