lunes, 1 de junio de 2009

But don't know what it means...


Luces en el aire. Un estado semi sobrio incluido en la rama más príncipal del intrínseco ser ajeno a la dimension, la más pura confusión asaltada por la confianza a los demás; extrañada, de ver cuan lejos la han llevado sus pasos; inconforme, creciendo en la intermitencia constante de los juegos de luces. Me alejé, dispuesto a mantener la línea recta de la renegación inverosimil de pertenecer a esa rama de organísmos. Hecho, que despues de varios otros hechos, me permitió una profunda reflexión.
¿Qué es, realmente, la diversión? ¿En qué consiste? ¿Cómo se manifiesta? ¿Es acaso una simple vía de escape para el sentimiento de claustrofobia dentro de una sociedad completamente mecáncia y sarcástica, tratando de ocultar la irracionalidad de las bestias que somos? ¿Una sociedad haciéndose creer ilusiones que satisfacen estos más puros instintos? ¿Pasatiempos que llevan a vicios, tolerables sólo hasta el análisis? Y es obvio donde atacan; a los jóvenes. Como soy un ser humano, a fin de cuentas, que su tiempo de vida está dentro de los humanos, y por ende, crece y se desarrolla como los humanos, debo incluirme, por ende, en este grupo etáreo, maldito muchas veces, bendito otras tantas e impredecibles como una ecuación nuclear.
En mi reflexión, convergen muchas ideas en un mismo punto. Existe ese deseo de explotar, de manifestar esos deseos ocultos de una represión que comienza ya en la infancia, una creación de muros y cárceles subliminales que apelan a la mentalidad. Ese león encerrado, sometido a la tortura de la cotidianidad de la vida, a hacer lo que no le gusta, a esconder sus deseos, sus sentimientos, y muchas veces lo que le hace libre, solo por esa inseguridad. "No, es que se van a reír". "No, es que me dijeron que estaba mal". Todo converge en la consecuencia más alarmante y underground de todas las que la historia humana ha visto. Un arma tan letal que parece inofensiva; el reggaeton.
No es un movimiento musical. No es una manifestación artística. Es una triste consecuencia de la represión mental. Porque en nuestra sociedad no existe forma de representar esos instintos oscuros y perversos (bajo la mirada occidental). Tampoco se reconocen como propios del ser humano, como inevitables, como normales, de hecho. Y no se enseña a canalizar ese instinto. Nadie te dice que está bien sentirlos, que todos los han sentido. Que es parte de la herencia de la naturaleza (tomándo en cuenta que la especie humana es la más jóven del planeta). Pero existe esta mala canalización, esta vía de escape desesperada y triste, que no hace más sino que continuar esa estadía en la prisión mental, en esa "matrix" malnacida, afectando el pensamiento humano.
Cabe preguntarse de qué formas. Apela a lo terrenal, plenamente, indicándo que eso es lo que se debe vivir y nada más, aumentando la agresividad y esos instintos, tornándolos incontrolables, manifestandolos en vez de canalizarlos y usarlos. Porque está claro que en la naturaleza se es racional o no se es. Los animales no lo son. Los humanos, se supone. Volver a la irracionalidad, al estado natural, no sería un crimen si no fuese porque el pensamiento "racional" nos ha llevado a un punto del cual no hay vuelta atrás; nuestro planeta está en crisis, camino a la destrucción, en donde hasta el pensamiento científico (fuente de toda racionalidad) está incapacitado de solucionar. Si elegimos la vía terrenal, la irracional, a modo de animales, estamos perdidos, la única solución es el desarrollo de un nuevo pensamiento que es imposible si existe esta terrenalidad dando vueltas en la conciencia colectiva.
Esos instintos son naturales, pero al no educarse en ellos, al ser "tabúes" de la instrucción como humano, el individuo no sabe qué significan. Lo siente, lo vive, lo experimenta, pero aún no sabe a dónde lo va a llevar. Es un ser nuevo, que está de hecho menos aventajado que los animales frente a este instinto, frente a algo desconocido, supuestamente oculto y prohibido. Y se promueve, y vende, y se comete una atrocidad aún peor; se capitaliza en base a esos instintos. O sea, te venden que está bien estar confundido, que terminar de asesinar el planeta por tus dudas con instintos es lo correcto y lo que todos hacen.
Añade, sin embargo, algo más atroz. Es violencia, es desigualdad sexual, es un "adaptate o muere, y si no te gusta morirás solo, triste y abandonado". Un "Tú, mujer, objeto sexual, satisfáceme ahora" un "Todos tienen sexo, tengámoslo ahora". La violencia es hasta subjetiva, el ritmo constante te enfurece, la obtención de placer fácil te hace sentir falsamente con más ego, y no dejemos de lado ese ritmo golpeado, que manifiesta violencia subliminal.
Pese a haber esos intentos por eliminar esta consecuencia y por abrir los ojos a los demás, no son -como toda cosa humana, a fin de cuentas-, promovedores de racionalidad. "No, el reggaeton no es musica, pero en lo carretes si lo bailo" Está bien, hazlo, pero reconoce cuales son los puntos de racionalidad e irracionalidad, los de terrenalidad y nuevo pensamiento. Ahora bien, a ojos del arte, lo has traicionado.
Paz!

Ahora calma tus oídos con ésto, no pude escoger una canción más ad-hok.

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