sábado, 19 de noviembre de 2011

Está bien ODIAR TU BANDERA




"Los Hechos:

NANCY MAGDALENA CALABRANO TORRES:
Que, el miércoles 2 de noviembre del presente año, alrededor de las 8 de la mañana fui a dejar a mis hijos al paradero que se encuentra en el camino público Chequenco, como a 80 metros de mi hogar, para esperar el bus que los lleva al colegio de Pidima. Cuando volvía a mi hogar, escuché disparos y el entorno de mi casa se llenó de humo. Vi como frente a mi casa se desplazaba por el camino público, en dirección a Chequenco, un grupo de cómo 20 veinte carabineros, vestidos con ropa militar, con cascos, metralletas y fusiles en sus manos, tras ellos venían 2 patrullas, 2 furgones, zorrillos y camionetas de color blanco, rojo, plomo y negro, en las últimas camionetas venían, en la parte descubierta, carabineros de pie, armados y apuntando hacia las casas. Los carabineros que venían delante disparaban en dirección a mi casa y lanzaban bombas lacrimógenas tambien hacia mi hogar. Yo corrí hacia el paradero donde se encontraban mis niños, junto a otros niños hijos de mi hermana Carmen y de Miriam Gallardo Cayul, a pedirles a los niños que se devolvieran a sus casas. Luego traté de acercarme a carabineros para decirles que dejaran de disparar y tirar lacrimógenas, porque en las casas se encontraban niños y un par de ancianas, pero me respondieron con puras groserías. En el sector de mi casa hay seis viviendas, las que fueron afectadas por los disparos y bombas lacrimógenas. Los hombres habían salido temprano a trabajar y los niños no pudieron ir a clases.
Después del mediodía la misma caravana policial venía de vuelta a Pidima por el camino público que colinda con mi casa y pasaron disparando balines de goma, los cuales caían como lluvia encima de nuestros techos de zinc, causando gran temor a todos los que nos encontrábamos allí, especialmente a los niños. También lanzaron bombas lacrimógenas en contra de nuestras casas.
El día jueves 3 de noviembre y viernes 4 del mismo mes se repitió la misma situación, siendo el hecho más grave el ocurrido el jueves 3 como a las 18:30 horas, momento en que nuevamente escuché disparos y salí a ver que pasaba, vi como carabineros se adentraba en mi terreno y también que una bomba lacrimógena había estallado en la puerta abierta de la casa de mi vecina Jennifer, la cual tiene un hijito de pocos meses de edad.
Me acerqué a hablarles a carabineros para decirles que tuvieran mas respeto, que había niños y en la otra casa una guagua. Cuando estaba como a 5 metros de los carabineros, dentro de mi propiedad, los carabineros no dejaban de apuntarme y uno de ellos sin decir palabra me disparó un balín que me hirió en mi seno izquierdo, que comenzó a sangrar. En esos momentos llegaba mi marido, Juan Martín Toro Ñanco y a él le dispararon un balín en la pera, el cual lo dio vuelta y lo hizo sangrar profusamente. Al verme herida mi hija Marta Toro Calabrano corrió a socorrerme, siendo tambien baleada, recibiendo un disparo en su cadera derecha.
Luego llamamos al SAPU el que nos llevó hasta el hospital de Collipulli. Cuando llegamos el médico estaba muy preocupado y me dijo que me iban a enviar al hospital de Angol para que me tomaran una radiografía, pero lo llamaron unos carabineros y cuando volvió la atención ya no era la misma. Me colocó unos puntos en la herida, atendió a mi esposo y a mi hija y nos envió para la casa. Junto a nosotros andaba mi vecina Jennifer con su guagua, la cual no paraba de llorar y no la atendían. Fuimos al consultorio de Ercilla donde un paramédico atendió a la guagua y al verme sangrar de mi herida me envió al hospital de Victoria para que me tomaran una radiografía.
Nosotros sufrimos un allanamiento en el mes de agosto de este año, en que llegaron gran cantidad de vehículos policiales, incluso un guanaco y no se llevaron nada. Todos los días continúan pasando en caravana los carabineros, temiendo que en cualquier momento nos empiecen a disparar de nuevo.
Hasta el día de hoy, la familia en su conjunto y todos los vecinos del sector nos encontramos atemorizados, y los niños no han podido superar el miedo.



JENNIFER CALABRANO CALABRANO:
Vengo en denunciar lo ocurrido el día jueves 3 de noviembre del presente año, día en que me encontraba sola en mi casa junto a mi hijito de 6 meses de edad, Simon Ariel Palacios Calabrano.
Serían como las 6 o 6 y media de la tarde cuando yo salí a buscar leña cerca de mi casa y dejé a mi hijo solo un rato al interior de la casa, en su andarín. Comencé a escuchar disparos y ví que una bomba lacrimógena había estallado en la puerta de mi casa, la cual se encontraba abierta, corrí a ver a mi hijo y él se encontraba asfixiado por los gases, en la casa no se podía respirar porque era muy fuerte el olor de la lacrimógena. Me ayudaron mis vecinas a aliviarlo con aguita. Fuimos al hospital de Collipulli, junto a mi vecina Nancy, su esposo Martín y su hija Marta, los cuales habían sido heridos por carabineros. En el hospital de Collipulli esperé cerca de una hora y no me atendieron al niño, tuvimos que llevarlo al consultorio de Ercilla donde le dieron un inhalador. A mi hijito le habían diagnosticado bronquitis obstructiva tres días antes de que ocurrieran los hechos que denuncio, por lo que se puso muy mal a consecuencias del gas.
Los días anteriores habían pasado los carabineros disparando desde el camino público, pero ese día ellos entraron a la propiedad de mi vecina Nancy Calabrano y desde allí lanzaron las bombas, una de las cuales estalló justo en la puerta de mi casa y el gas se introdujo a mi hogar. Mi casa se encuentra mas retirada, del camino público hacia el cerro como 100 metros.

VET DEL CARMEN CALABRANO CALABRANO:
Vengo a denunciar que hace varios días hemos estado recibiendo balazos y gases lacrimógenos en nuestra comunidad. El día miércoles 2 de noviembre como a las 8 de la mañana, llevé a mis hijos, Marcela Ester Toro Calabrano y Blanca Uniset Toro Calabrano, a esperar el bus que los lleva a su escuela en Pidima, Colegio Teodosio Urrutia Muñoz, en la garita que se encuentra en el camino público que va de Pidima a Chequenco, cuando escuché disparos y comenzaron a llegar gases lacrimógenos. Yo traté de hablar con carabineros, decirles que habían niños y que estaban todos llorando por efecto de los gases y porque no habían visto eso antes. No me hicieron caso y mis hijos no pudieron ir a clases ese día, encontrándose con mucho miedo hasta el día de hoy.
Los días siguientes continuaron pasando los carabineros lanzando bombas y disparando, por lo que tenemos mucho miedo de lo que pueda ocurrir, ya que nuestros vecinos ya fueron heridos.

MIRIAM LUZ GALLARDO CAYUL:
Reafirmo los dichos de mis vecinas en cuanto hemos sufrido el ataque de carabineros los días 2, 3 y 4 de noviembre en nuestra comunidad, encontrándose gran cantidad de cartuchos de escopetas y de bombas lacrimógenas en los terrenos que rodean nuestra viviendas, así tambien en los techos de las casas.
Que la mayoría de las veces hemos estado solas las mujeres con nuestros hijos porque nuestras parejas salen a trabajar temprano y no vuelven hasta la tarde.
Que el día martes, cerca de las ocho de la mañana, estaba con mis hijos en la garita que esta cerca de mi casa en el camino público a Pidima cuando los carabineros empezaron a disparar y lanzar lacrimógenas, provocando llanto y asfixia a mí y a mis hijos, Pablo Natanael Calabrano Gallardo y Analys Belen Calabrano Gallardo. Ese día no pudieron asistir al colegio de Pidima donde estudian ya que quedaron muy afectados. Los días siguientes la situación fue más grave aún, manteniendo el miedo constante sobre lo que pueda llegar a ocurrir.
En ningún momento se presentó alguna orden de ingreso a la propiedad de mi vecina o se nos dio alguna explicación acerca de la invasión violenta a nuestra comunidad o el trato sufrido por nosotras y nuestros hijos.
En su actuar Carabineros ha actuado atentando contra la integridad física y psíquica de los miembros de nuestra comunidad y de nuestros niños. Generando temor e incertidumbre, los niños le tienen mucho temor a Carabineros, lo que sin duda tiene implicancias en el normal desarrollo de los niños y en su proceso de aprendizaje.
Por ello, ante este escenario, claro es, se configuran actos de Carabineros que perturban y amenazan las garantías constitucionales de los habitantes de la comunidad, en especial de los menores."

Testimonios varios sacados de una publicación del MUI bajo este título: "Recurso de Protección contra Carabineros y Gobernación Provincia Malleco por Violencia comunidades mapuche".